Harry Potter: Hogwarts Battle – Reseña

de 2 a 430 – 60 mins11+ años

Hogwarts Battle es un accesible juego de construcción de mazos ambientado en la serie de películas creadas sobre la obra literaria de J.K.Rowlings que cuenta las aventuras de Harry Potter y sus amigos, y su lucha contra el malvado Lord Voldemort. En él utilizaremos nuestras cartas, los dados y mucha magia para tratar de devolver la normalidad a Hogwarts.

¿De qué va?

Las fuerzas del mal acechan Hogwarts, y cuatro alumnos serán los encargados de defender la escuela de magia de los enemigos. Contarán con la ayuda de aliados, objetos, hechizos, etc., pero tendrán que conseguirlos -adquirirlos con puntos de influencia- antes de poder usarlos. Poco a poco los pequeños magos se harán más poderosos y, como en la historia en la que se basa, irán haciéndose mayores.

Al mismo tiempo las fuerzas del mal se harán también más temibles y los retos serán cada vez más difíciles de superar por más evoluciones que consigamos para nuestros personajes. La colaboración entre los amigos será crucial a la hora de enfrentarse a Voldemort y tener una oportunidad para salvar a Hogwarts.

Mecánicas y juego

Hogwarts Battle es un juego de construcción de mazos en el que los jugadores, tras escoger a uno de los cuatro pequeños magos disponibles (Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasly y Neville Longbottom), recibirán una hoja de personaje y un pequeño mazo de cartas básicas correspondientes a su protagonista.

Varios enemigos estarán preparados en el área de juego dispuestos a provocar daño a nuestros magos y comenzar a controlar las localizaciones activas de Hogwarts. Estas serán las dos formas en las que el juego tratará de vencernos, por lo que mantener nuestra salud en un nivel aceptable e impedir que dominen localizaciones serán nuestros principales objetivos.

A medida que utilicemos cartas y venzamos a enemigos (derrotarlos a todos será el objetivo último antes de que ellos dominen todas las localizaciones), iremos consiguiendo puntos de influencia con los que conseguiremos acceso a nuevas y poderosas cartas del mercado que añadiremos a nuestro mazo. Comprar lo que realmente es necesario para lo que tenemos por delante en la partida que nos ocupa será vital para completar nuestra misión.

Sistema de campaña

Lo más interesante de este Hogwarts Battle es el formato en el que se presenta su modo campaña, muy cercano al formato elegido en los juegos Legacy (aquellos en los que la campaña solo puede jugarse una vez) pero permitiéndonos re-empezar la campaña tantas veces como deseamos, o utilizar el juego como un juego de construcción de mazos al uso, con diferentes niveles de dificultad.

En este modo campaña tendremos siete misiones por delante con sus siete cajas con componentes ocultos que irán abriéndose y añadiéndose a nuestra campaña (o sustituyendo componentes pasados, en algunos casos) de forma que las partidas ganarán en complejidad… y dificultad. En cuanto a complejidad, poca cosa, más allá de la mayor variedad de efectos nocivos de las cartas de Artes Oscuras (algo así como eventos, que se sucederán turno a turno) y sus crecientes sinergias con los villanos activos, cada vez más numerosos. Ah, y el uso de unos dados chulísimos que se nos pedirán al lanzar ciertos hechizos. Pero la dificultad…

Tras sus sencillas reglas y su aspecto accesible y pseudo-infantil, Hogwarts Battle esconde un exigentísimo juego en sus últimas misiones en las que sudaremos la gota gorda. Y esto a pesar de haber ganado, tras las primeras misiones, habilidades especiales para nuestros magos, nuevas cartas básicas más poderosas y un mercado de hechizos, aliados y objeto mucho más variado y de efectos más poderosos.

Materiales y arte

Antes de comenzar con esta sección me gustaría dejar bien claro que todo lo referente a este apartado se basa en una edición de importación, en inglés y que, en calidades, no tiene porqué coincidir con la versión español editada por Asmodee.

La edición con la que se ha llevado a cabo esta reseña resulta bastante irregular en el aspecto de calidades. Una caja tan recia y tan chula como la que presenta este título, con una cuna para los componentes bien pensada y amplia, cabría esperar que albergara componentes de calidad. Fue una sorpresa comprobar la mala calidad de las cartas, componente protagonista del juego, que resultan más cercanas a una cartulina decorada que a una carta de juego resistente y con acabado profesional.

Nada que decir acerca del resto de componentes: los dados personalizados, las fichas de cartón de buena calidad, y el toque de sobreproducción de las pequeñas fichas de control hechas en metal.

Por su parte, el arte es absolutamente deudor de las películas, empleando para las cartas, en gran medida, fotografías de personajes y objetos que aparecían en ellas, relegando las ilustraciones a cosas de lo más simple y sin peso. El diseño de los componentes por su parte es evocador y claro, facilitando la lectura de sus textos y la comprensión de los iconos sin perder un ápice de su mágica ambientación .

Cooperación

Un cooperativo -a día de hoy- que no incluye la posibilidad de ser jugado en solitario, ya te da una idea de lo importante que es en su idea de juego la cooperación entre los protagonistas. En Hogwarts Battle que un mago caiga no es el fin de la partida (volverá a ponerse en pie con ciertas pérdidas y penalizaciones) pero desde luego complica en gran medida el camino a la victoria.

Por ello, el juego pone en tu mano y en el mercado varias cartas con las que poder asistir a tus compañeros, permitirles que roben más cartas o puntos de influencia, algo que casi siempre viene acompañado de opciones más egoístas que ponen a los jugadores en situaciones que siempre son interesantes en juegos de este tipo (¿consigo la carta por la que tanto tiempo llevo ahorrando, o curo un par de puntos a mi compañero?).

Quizá algunas sinergias más originales o profundas le hubieran dado (al menos al juego base) algo más de alcance para jugadores más expertos.

Conclusiones

Hogwarts Battle es un juego perfecto para iniciar a jugadores de cualquier nivel en la mecánica de construcción de mazos. Con su sistema de progresión en el que las dos primeras batalla funcionan de facto como tutoriales (que puedes saltarte si ya eres un jugador habitual de juegos de este tipo) lo hace excepcional para aprender sus mecánicas peldaño a peldaño.

No podemos recomendarlo tanto para jugadores que hayan disfrutado de Deck Builders más exigentes, pues lo que encontrarán es algo bastante básico – por mucho que la adición de reglas en la campaña le añada complejidad- y con alguna carencia en cuanto a las mecánicas típicas de estos juegos. La más importante para mí, la imposibilidad de destruir cartas de bajo nivel una vez que tu mazo empieza a nutrirse de cartas mejores. La solución de cambiar el mazo de cartas básicas en niveles avanzados no es suficiente.

Para finalizar y a modo de resumen, Hogwarts Battle es un juego idóneo para iniciar a gente en el mundo de los juegos de construcción de mazos, para fans de la saga literaria y cinematográfica de Harry Potter, y para todo aquel que quiera disfrutar de un juego sencillo, muy entretenido, pero ligero. Fácil no, ligero.

PROS
  • Construcción de mazos para todos
  • Una gozada para los fans de Harry Potter
  • Dispone de un par de buenas expansiones
CONTRAS
  • No acabará de satisfacer a los más jugones
  • No poder limpiar nuestro mazo de cartas iniciales

6,8


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4 comentarios

  1. Hola buenas hay una, posibilidad de si quitar cartas y es en la primera expansión. No será la mejor pero haber lo hay.

    1. Pues mira, no lo sabía. ¡Buena info para los lectores! Gracias compañero/a.

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