![]() | de 4 a 10 | ![]() | 45 – 90 mins | ![]() | 10+ años |
Aprovechando el tirón de Misión Cumplida y su resultón y minimalista diseño gráfico, Zacatrus reimplementa las sencillas reglas del juego basado en la novela infantil Alex Colt, cadete espacial, para esta Misión Secreta. Un simple cambio de iconos ¡y tenemos juego nuevo! Veamos qué ofrece este juego de roles ocultos.
¿De qué va?
Ha llegado el momento de ensamblar todas las partes del robot BZ1. Todos los ingenieros están preparados para ello, y no sería una tarea demasiado complicada de no ser porque hay sospechas de que uno o más de los ingenieros es en realidad un impostor, que hará todo lo posible porque el resto no sea capaz de hacer su trabajo. Descubrirlo a tiempo, será vital para lograr nuestro objetivo.

Mecánicas y juego
Estamos ante un filler de roles ocultos. Un juego muy rápido de preparar y jugar, y en el que al comienzo de la partida se repartirán cartas de rol de forma que todos los jugadores tendrán claro el bando para el que juegan desde el inicio.
Se dispondrán sobre la mesa cuatro pequeños tableros que conformarán el robot BZ1 (cabeza, brazo izquierdo, brazo derecho y piernas). Cada uno de estos tableros pedirá un número de símbolos variables dependiendo el número de jugadores, y que los jugadores (los ingenieros «buenos») deberán satisfacer con las cartas de su mano.
Ensamblando que es gerundio
Turno tras turno decidirán entre colocar una pieza (carta) oculta sobre una de las partes del robot, descartar una carta, o usar una carta de bloqueo (el único tipo de carta que no representa una pieza del robot) para impedir que uno de los jugadores lleve a cabo su siguiente turno.

Ni que decir tiene que cada uso de una carta de bloqueo es una declaración de intenciones: o tienes muy claro quien es el impostor, o lo eres tú mismo y tratas de impedir que los jugadores completen el ensamblado de alguna pieza. Tendrás que defenderte contra las acusaciones de más de un personaje y esto, sin duda, es la parte más divertida del juego.
Materiales y arte
Deudor también del éxito de Misión Cumplida (merecido tanto por mecánicas como por diseño gráfico), este juego es prácticamente un calco en ese sentido. El único componente «nuevo» con respecto a aquel son los tableros del robot BZ1, que se ajustan como un guante a lo que esperamos de la estética de los juegos de esta serie.
Buenas cartas, buen cartón, y poco más que decir de los materiales, que no son si no un magnífico soporte para el estupendo diseño gráfico de Manu Palau.

Cooperación
Poco o nada aporta en este apartado Misión Secreta. Así como hay juegos de roles ocultos -como norma más complejos- en los que se incluyen mecánicas para que los jugadores «buenos» cooperen de algún modo, en este gran parte del éxito tendrá que ver con la suerte, siempre intentando no cometer errores de bulto.
Ser uno de los impostores es de largo más divertido. Tiene algo más de interés para jugador tratar de evitar la atención sobre sus jugadas mientras boicotea pacientemente la construcción del robot. De nuevo, aunque tengas claro quién son tus compañeros en el intento de boicot, no será fácil colaborar con ellos. Acabarás jugando de la misma forma que si estuvieras solo.

Conclusiones
Misión Secreta, como ya comentamos en la introducción, es una reimplementación. Basado en un juego que aportaba poco más que la ambientación de las novelas en las que estaba basado (Alex Colt), pues las mecánicas innovaban más bien poco. O nada. En Misión Secreta llueve sobre mojado.
Si nunca jugaste al juego original, te gusta la estética de Misión Cumplida, y tu intención es jugar a este juego con grupos amplios y de forma comedida (tampoco es un juego que aguante demasiadas sesiones), creemos que puede encajarte. En cualquier caso hay en el mercado juegos ligeros de roles ocultos con más que ofrecer que el que hoy nos ocupa.
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PROS |
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CONTRAS |
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5,3

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