Probamos Temple of Horrors

Ayer asistimos a la jornada de presentación de novedades, que celebraban en Replay Café, de DracoIdeas y Eclipse Editoral. Eran muchos los juegos en mesa, pero nosotros nos centramos en dos: la nueva edición de Skull Tales y, sobre todo, el flamante nuevo Verkami, Temple of Horrors.

Un ratito haciendo el pirata

Aunque Coop-Land asistía con la idea fija de catar el nuevo proyecto de mazmorreo de Eclipse, no tardamos en caer en las redes de Skull Tales, que tenía una mesa vacía de jugadores y estaba listo para probar, y que nos llamó desde la puerta. A pesar de ser un título con años de trayectoria, nunca le había puesto la mano encima. ¡Era un buen momento!

Aunque pudimos probar sólo la parte más Dungeon Crawler en una isla infestada de enemigos que prometían complicarnos las cosas, nos quedó claro que este título es mucho más que un juego de mazmorreo puro y duro, ya que cuenta con otras dos fases de juego bien diferenciadas, una en nuestra «isla base» en la que podremos llevar a cabo acciones de mantenimiento, y otra fase de pura navegación, en la que nuestra pericia a los mandos del navío y de la tripulación, definirá el éxito de nuestro viaje.

Con todo, comprobamos lo dinámica y flexible que es la parte de exploración y combate, y cómo de divertidas pueden ser las incursiones en territorio enemigo. El nivel de detalle a la hora de implementar las mecánicas en relación al poderoso tema en el que están envueltas, nos pareció apabullante (mención especial a la mecánica de insultos piratas, para conseguir ventaja en combate).

¡Y directos al templo de los horrores!

Hay que reconocer que la sensación al sentarnos en una mesa con Temple of Horrors listo para ser jugado es abrumadora. Cartas de varios tipos, infinidad de losetas, cubos de todos los colores, madera tallada con motivos de combate, monedas metálicas, y figuras de plástico por doquier… Abrumador pero apasionante.

Rápidamente, nuestro anfitrión, nos explicó las primeras nociones que debemos afianzar antes de comenzar con nuestro personajes en la mazmorra predefinida: todos empezamos con un tablero de personaje que, marcando con cubos sobre casillas, nos da la posibilidad de conseguir nuevas aptitudes en las diferentes características a base de puntos de experiencia. Cada clase (clérigo, bárbaro, explorador…) tiene sus propias formas de avanzar en estas características, amén de un mazo propio de cartas de habilidad, y por tanto una forma única de afrontar el avance por los túneles de cada mazmorra.

Con un peculiar sistema de acciones, tendremos que ponderar con cuidado los riesgos de agotarnos para avanzar demasiado rápido, pudiendo quedarnos «vendidos» a los pies de los enemigos. Por otro lado, el gasto de Maná (representado por cubos blancos), y empleado tanto para el combate como para las acciones especiales, también será crítico a la hora de poder hacer todo lo que necesitas durante el turno.

Todo apunta a que el sentido común será vital a la hora de triunfar en nuestros objetivos.

Un exigente y emocionante sistema de combate

A la hora de repartir guantazos cada jugador tendrá una peculiar bandeja junto a su tablero de personaje sobre la que deberán lanzarse tantos cubos blancos (Maná) como elijamos, con la intención de que acaben en las áreas pintadas con la mayor cantidad de daño y/o defensa posible. El fallo (que el cubo abandone la bandeja por la parte superior, o no alcance as zonas útiles) e incluso la pifia (que el cubo quede sobre la zona azul de -2) siempre sobrevuelan en cada uno de nuestros ataques.

Los adjetivos divertido y emocionante serían con los que, de forma subjetiva, definiría cada uno de los lances de combate que ayer viví frente al tablero. Pero sabemos que está mecánica flip no es para todo el mundo, y parece que habrá alternativa en reglas para poder resolver los combates de una forma más tradicional (sistema de dados o cartas). ¡Yo desde luego, me quedo con la original!

Un par de apuntes finales… o tres

El juego ofrece un sistema de exploración de mazmorras en el que es posible saber hacia dónde te diriges pero no lo que encontrarás por el camino. Para controlarlo, siempre se tendrán sobre la mesa un número determinado de losetas bocarriba que podrán escogerse para abrir camino. No es necesario señalar que las «buenas» se acaban rápido, por lo que hay que elegir entre lo «bueno conocido» y lo «malo por conocer»… esto es, robar una loseta al azar.

Aunque el sistema de mazamorreo nos pareció muy interesante, no pudimos probar mucho más que eso, por lo que nos queda la duda de hasta qué punto serán interesantes las aventuras y sus planteamientos narrativos.

También cabe señalar que como juego de mazmorras tiene un regusto de lo más eurogame a la hora de completar nuestros turnos, con mucho más control de lo que sucede sobre el tablero pero -aparentemente- sin perder la frescura de los sucesos sorpresa. Parece que en el juego final será sencillo personalizar la experiencia en este sentido.

No todo lo que veis será así

La versión que pudimos probar (podéis verla en las fotos incluidas en este artículo) era de lo más irregular en cuanto a su diseño y materiales. Aunque las figuras, componentes de madera, monedas e incluso las losetas y fichas de cartón, eran de una calidad excelente, las cartas, el diseño , e incluso algunas ilustraciones daban la sensación de estar aún en estado prototipo. Pude constatar con los dirigentes de la editorial que lo que vimos no es aún arte final, por lo que podemos estar tranquilos en este sentido.

Y no olvides que si, como a nosotros, te ha encantado lo que has visto y leído en estas líneas, puedes entrar en el crowdfunding de Temple of Horrors y participar desde ya mismo en la campaña.

BONUS TRACK: para los menos cooperativos, el juego viene preparado con un sistema de traidor, por lo que uno de los jugadores podrá participar tratando de boicotear toda la aventura. ¡Habrá que probarlo!