Spirit Island – Reseña

Reseña de Spirit Island - Coop-Land.es
de 1 a 490 – 180 mins14+ años

Los Dahan han vivido desde tiempos inmemoriales en su pacífica isla, aislados del mundo. Pero los invasores han dado con ella y tratan de hacerse con sus recursos acabando con todo a su paso. Los nativos sólo podrán salvarse si los espíritus de la naturaleza intervienen. Bienvenidos a Spirit Island.

¿De qué va?

Y sí, lo has adivinado: tú y tus compañeros (si los hubiere, que el juego es perfectamente jugable en solitario), encarnaréis a esos espíritus que deberán emplearse a fondo para repeler el impacto brutal que tendrán los invasores sobre la tierra conquistada. Una tierra sana y fértil que corre el riesgo de quedar desolada a su paso, y de ver como los Dahan quedan exterminados.

¿Os suena la historia? En lo genérico es, nada más y nada menos, que una síntesis de lo que el ser humano le ha hecho a los ecosistemas por los que ha transitado. En lo concreto, el juego apunta (por ambientación y simbolismo) a una interpretación de lo que los conquistadores provenientes del viejo mundo le hicieron a una América virginal allá por el siglo XVI.

Pero en esta mágica interpretación contaremos con los espíritus (del agua, de la tierra, del fuego y una amplia gama de fenómenos naturales) para hacer frente a los terribles invasores que no cejarán en su empeño de ocupar, edificar y corromper la tierra en su afán de extraer sus recursos sin respeto ni medida.

La lucha será encarnizada. Pero merecerá la pena.

Mecánicas y juego

Estamos ante un eurogame de manual, que aunque no sean muchos los cooperativos de este estilo, existen. Y muy buenos, como el que hoy nos ocupa. Aunque son muchas las mecánicas que aúna (mayorías, control de áreas, gestión de mano, recursos…) sus diseñadores se han asegurado de reducir la influencia del azar al mínimo, a pesar que el uso de las cartas sea fundamental en el progreso de las partidas.

En Spirit Island (publicado en España por Arrakis Games) los jugadores comenzarán con una incipiente invasión sobre los terrenos de una isla modular (cuánto más jugadores, más grande será el terreno a abarcar) y deberán asegurarse de que los enemigos no se establecen con demasiadas tropas en un mismo terreno. Este tipo de situaciones llevaría a que los invasores asolan la tierra turno tras turno, lo que supone un contador hacia la derrota.

Como un fontanero que trata de tapar demasiadas goteras mientras lucha por alcanzar la llave inglesa, los jugadores deberán cubrir todo el terreno posible para que su influencia llegue hasta los últimos lugares de la isla, única forma en la que podrán desplegar sus poderes con eficacia y dar muerte – o dispersar – a los invasores.

Asimetría, dificultad y rejugabilidad

Como juego asimétrico que es, cada uno de los múltiples espíritus que podemos escoger tiene una forma de enfrentarse a los enemigos completamente diferente del resto, siendo esta diferencia, y la influencia que tiene en la rejugabilidad, uno de los puntos fuertes del título. Unos resultarán especialmente mortales en su enfrentamiento con los colonos; otros defenderán la tierra de forma más eficaz; algunos harán que el terror prolifere entre los invasores y pueden llegar a conseguir su retirada y por lo tanto la victoria.

Mucho más fácil de aprender y asimilar de lo que parece en un principio, Spirit Island es un juego muy exigente para los jugadores en cuanto a la planificación de los turnos. El hecho de que los espíritus posean poderes de ejecución rápida (que tienen lugar antes de las acciones de los invasores) y poderes de ejecución lenta (a aplicar justo después de la fase enemiga) nos obliga a una continua previsión sobre los sucesos que aún no han ocurrido y sus consecuencias.

Ni que decir tiene que la experiencia acumulada, tanto con el juego como con las mecánicas de los espíritus que más nos gusten, conseguirán que los dolores de cabeza provocados por la concentración requerida durante las primeras partidas vayan disminuyendo.

Escenarios… por si era poco.

Y la rejugabilidad, ¿se debe únicamente a la variedad de espíritus? Rotundamente no. No es sólo que el juego, en su modo básico, ofrece partidas con la suficiente variedad de situaciones como para no quemarse a medio plazo, sino que además ofrece un sistema de escenarios.

Estos, gracias a cambios en los set-up, en los mapas de isla empleados, en las condiciones de victoria, o incluso, en las reglas básicas, consiguen ofrecer algo muy similar a un sistema de campaña que nos mantendrá con interés muchas horas más de lo que lo haría el juego base (que no son pocas).

Materiales y arte

Spirit Island no es un juego barato, pero la edición no te dejará con la sensación de haber pagado por un producto que no lo vale. Las cartas son de excelente calidad, y en cuanto a contadores y fichas tenemos gran variedad, desde las típicas fichas de cartón gris -de buen grosor y bien impresas- hasta figuras de plástico para representar a los invasores (exploradores, poblados y ciudades), pasando por las simpáticas chabolas de madera de los indígenas Dahan, a las que seguro acabaréis llamando “champiñones”.

Tampoco escasea en la caja el cartón duro, empleado para los módulos de isla, las hojas de espíritu y algunas otras planchas utilizadas para la campaña y otros fines. Se incluyen además tres insertos muy bien pensados para conseguir guardar los componentes sin tener que hacer cábalas o que acaben apilados sin ton ni son. Dos de ellos, además, servirán como bandejas de fichas durante el juego. Excelente.

El irregular arte que acompaña a esta edición seguramente será más del agrado de unos que de otros, sobre todo en lo referente a las cartas, ya que las ilustraciones principales (espíritus, portada y tableros) guardan una línea de estilo común y agradable a la vista. Las cartas -como sucede con juegos como Magic, The Gathering- están ilustradas por diferentes artistas. Diferentes en estilo y en pericia. A buen entendedor…

Cooperación

La comunicación en Spirit Island es fundamental. Y esto no os garantizará la victoria ni una “vida fácil” a lo largo de la partida, pero desde luego si cada uno va a lo suyo, tratando de granjearse la mayor cantidad de víctimas sin contar con el resto, el fracaso será estrepitoso e inevitable.

Contar con lo que el resto quiere hacer (sobre todo en tu ámbito de influencia) y qué acciones se ejecutarán de forma rápida y cuáles lentas, será fundamental para llegar al final de la ronda con la sensación de que lo que habías planificado, ha servido. Al menos para algo. No serán pocas las veces durante nuestras primeras partidas en las que veremos como algunos de los poderes que despleguemos -o todos- acaban por no servir para nada. Aprender, y seguir. No queda otra.

Dicho esto, considero que las mecánicas del juego podrían haber sido un puntito más cooperativas por medio de mecánicas que afectaran de forma más directa a las acciones de tus compañeros. ¿Quiere esto decir que así sería mejor juego? Probablemente no.

Conclusiones

Spirit Island es un eurogame de peso medio alto (sobre todo cuando se le van añadiendo las variantes de los escenarios) con características que atraerán a los amantes de los juegos más temáticos. Pero más allá de gustos personales, filias y fobias, Spirit Island es simple y llanamente un juego excepcional. Te ofrecerá partidas llenas de tensión y exigencia, reñidas hasta el final – merced a un equilibrio asombroso en las mecánicas que controlan el avance de las tropas invasoras y la evolución de los espíritus-.

Te premiará, si lo buscas, con partidas muy diferentes y una gran rejugabilidad si le das una oportunidad a los escenarios y no te cierras a jugar siempre con tu espíritu favorito, ya que su asimetría y el reto que supone dominar el estilo de juego de cada espíritu se encuentra entre los puntos más fuertes del título. Y si se te hace corto, el juego cuenta con 4 expansiones… al menos.

Su elevado precio y el irregular arte que decora el título son las pocas cosas “negativas” (y bastante subjetivas, todo hay que decirlo) que pueden decirse de un título que debería estar en las estanterías -o al menos en la experiencia jugable- de todo amante de los cooperativos.

PROS
  • Eurogame con mucho tema
  • Gran exigencia que consigue mantenerte «dentro»
  • Mecánicamente es un reloj
CONTRAS
  • Un arte y un diseño gráfico poco inspirados

9,1


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