This war of mine – Reseña

de 1 a 645 – 120 mins18+ años

Aunque hubo una época que los juegos de mesa que buscaban inspiración en videojuegos nos ponían muy a la defensiva, eso quedó atrás hace ya tiempo. Este This war of mine, inspirado en el sensacional juego de PC, consolas y móviles, vio la luz tras una exitosísima campaña de Kickstarter que lo puso en boca de todo el mundo. Lo que os aseguro es que es un juego único. Veamos.

¿De qué va?

En This war of mine se nos sitúa en una ciudad sitiada por una cruenta guerra civil. Nada nos sitúa concretamente en una ciudad ni en un momento histórico (aunque francamente todo parece apuntar a la Guerra de los Balcanes), por lo que podemos dejar volar la imaginación e imaginar que estamos en cualquier conflicto contemporáneo que nos motive.

Y es que lo concreto importa poco cuando, como sucede en este juego, el tema del que se habla es tan universal: la lucha por la supervivencia. Universal y crudo. Porque todo lo que te va a suceder -incluso como jugador- va a resultar difícil de asimilar por momentos. No es este un juego en el que «los buenos ganen» o en el que «un héroe se eche a a la espalda el destino del mundo». A This war of mine se viene a sufrir. Y muy probablemente, a morir.

Mecánicas y juego

Estamos ante un juego eminentemente narrativo. Con combate, colocación de «trabajadores», creación de objetos y tiradas de dados… pero narrativo en su esencia. Tendremos un gran tablero de juego (con dos caras de diferentes dificultades) en el que se representa la casa-refugio donde los personajes comenzarán la partida. Una casa que deberemos explorar y, más tarde, ir acondicionando para nuestra supervivencia.

Por supuesto, no todo se suscribe al interior de la casa. Lo que encontremos en ella, nos servirá para los primeros turnos, pero una vez que hayamos despejado y abierto todos los rincones de la casa no nos quedará más remedio que salir a buscar recursos fuera. Y ahí comienzan los riesgos.

Cuando no te da la vida…

Si algo te quedará claro en los primeros compases del juego es que el número de cosas que puedes hacer es mucho más limitado de lo que parece. Si bien es cierto que los jugadores cuentan con 3 acciones por turno, esto se verá limitado a medida que sufran heridas, tristeza, hambre, fatiga… Algo que sucede MUY a menudo. Y dependiendo del nivel de estas penurias, los personajes perderán más o menos acciones, pudiendo llegar a estar impedido, o incluso morir.

Teniendo en cuenta eso, y que empezamos con tres personajes en la casa, nos tiene que alcanzar para: rebuscar en la casa, construir todo tipo de artilugios (algunos más necesarios que otros) y procurarnos todo lo necesario para que nuestros personajes no se entristezcan, no caigan enfermos, no se cansen, coman, beban y – en caso de resultar heridos- puedan curarse. ¡Ah! Y tratar de que en la casa haga menos frío, pues tal y como la encontramos es un coladero.

Visitar una ciudad en guerra

Pero como ya apuntábamos más arriba, con las acciones que podemos llevar a cabo en la casa no nos alcanza. De hecho, cada noche, probablemente queramos elegir a uno o más personajes para que salgan a encontrar recursos en unas pocas ubicaciones disponibles, otro al menos que monte guardia, y si tenemos la suerte de que nos queda alguien libre, lo podremos enviar a descansar. Ya tocará enviar a descansar a los que hoy acabarán exhaustos por no dormir. Este juego es así.

¡Y ojalá fuera ese todo el problema! Pero no, porque cada vez que nos decidimos a visitar el exterior, deberemos recorrer un mazo de «sucesos» (más o menos grueso dependiendo de la localización que escojamos) que nos pondrá ante elecciones de lo más diversas. Y en muchas ocasiones terribles. Eso cuando no tenemos que acudir a El Libro de los textos, donde se nos narrarán situaciones imaginativas y dantescas en las que rara vez saldremos bien parados.

Pero debemos tener muy claro que salir al exterior será la única forma de encontrar muchos de los objetos que se nos piden en misiones y para construir los artefactos más avanzados y que más cómoda pueden hacernos la vida (recolector de agua, estufas, cocinas…)

¿Y entonces, quién protege el castillo?

Otro lance de las fases nocturnas es la de Incursiones nocturnas, en las que recibiremos visitas -casi siempre desagradables – con las que tendremos que lidiar. Ni que decir tiene que es tan importante obtener recursos del exterior como proteger los que ya tenemos, y la elección de los personajes que salen y protegen es crucial.

De igual forma deberemos prestar atención a los objetos con los que equipamos a unos y otros, pues igual de importante es que puedan defenderse unos y otros. Pero además, los que salen a explorar tendrán su capacidad de carga muy limitada, por lo que es mala idea que vayan muy cargados de partida.

Quien mucho abarca, poco aprieta

El Diario, que hace las veces de manual de reglas básico (muy básico) está lejos de resolver todas las dudas que iremos teniendo, algo que suelen hacer otros componentes como el tablero, algunas cartas, o el propio Libro de los textos. Lo que seguro que no hace es darnos consejos tan buenos como el refrán del título de esta subsección.

Y es que en This war of mine si hay algo importante a la hora de repartir y decidir las acciones de nuestros personajes es definir lo que resulta verdaderamente imprescindible. Y aquello que no te mate de forma inminente, no es imprescindible. Así de crudo. Y no os quiero engañar, esto no es más que un consejo para que las partidas se alarguen un poco más. Este juego debe plantearse como una experiencia que deberemos disfrutar, independientemente del final. Que casi siempre, es el que es. ¡Al fin y al cabo, esto es una guerra!

Materiales y arte

This war of mine, como buen producto de Kickstarter y de Awaken Realms, es un juego deliciosamente sobreproducido. Casi todo en el es de calidad: cartón, cartas, tokens, fichas de plástico… El único pero que podríamos ponerle son las -innecesarias- figuras de plástico, mucho menos detalladas y exquisitas de lo que nos hubiera gustado. Y digo innecesarias porque estamos ante un juego -básicamente- narrativo, y de colocación de trabajadores en el que hasta los combates se resuelven de forma bastante abstracta, por lo que su inclusión, aunque de agradecer, es del todo excesiva.

El arte (que bebe claramente del videojuego en el que se basa) es exquisito, dejando el relativo realismo para las fichas de objetos, y cartas de artefactos y tirando casi siempre de ilustraciones -o directamente fotos- monocromáticas. O al menos muy apagadas en cuanto al uso de colores. Algo que sin duda te ayuda a sentir la desolación, tristeza y desamparo que el título quiere que sientas.

Cooperación

La cooperación que ofrece This war of mine es difícil de definir. De hecho, ninguno de los jugadores participantes representará directamente a uno de los supervivientes, si no que se encargarán, como grupo, de decidir lo que estos harán en sus diferentes fases. Esto hace que el juego nos de la sensación de ser un solitario al que se pueden añadir jugadores que simplemente debaten sobre las decisiones que regirán el destino de los personajes comunes.

Y en cierto modo lo es. Pero el Diario (ese librito que nos va diciendo lo que debemos hacer en cada fase) pone a un jugador al frente de la fase actual. A medida que avanza el turno nos pedirá que pasemos al libro al siguiente jugador que seguirá con la fase, de forma que quien posea el libro tendrá la última palabra sobre lo que se hace con los personajes en esa parte del turno.

Tal y como sucede en los populares juegos de mesa de escape room, en This war of mine la cooperación parte de las ganas del grupo por cohesionarse y buscar el mejor camino hacia la victoria (la supervivencia en este caso). Pero no esperéis una cooperación clásica en la que cada jugador controla un personaje con «x» características, y las pone al servicio del grupo.

Conclusiones

Para disfrutar de This war of mine conviene saber donde se está metiendo uno. Comprender que está ante un juego-experiencia en el que la victoria o el desenlace final son lo de menos, y el desarrollo y las experiencias que te llevan a ese final son el meollo del juego.

Desde luego no es un juego para pusilánimes ni para jugadores que quieran encontrar una estrategia fácil hacia la victoria. Tampoco para aquellos que quieran control en sus partidas, pues en This war of mine la desgracia y el infortunio están siempre a la vuelta de la esquina. No es raro pensar que tienes todo encaminado y un golpe de mala suerte te pone de nuevo en la senda de la supervivencia extrema.

Si con todo esto, te sigue picando la curiosidad, probablemente This war of mine sea un juego para ti, pues a estas alturas tienes que haber entendido que a este juego se debe acercar uno con la clara intención de disfrutar el proceso que (seguramente) lleve a todos sus personajes a morir. Bienvenidos a la guerra.

PROS
  • Un juego que logra lo que se propone
  • Tablero y componentes SUPER temáticos
  • Las situaciones que vives gracias a El Libro de los textos
CONTRAS
  • Es un juego absolutamente inclemente. Largo y con exiguas probabilidades de éxito
  • A veces te sientes zarandeado con la sensación de tener poco que hacer para sobrevivir

8,1


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