Xenoshyft Onslaught – Reseña

de 1 a 430-60 mins13+ años

En Xenoshyft Onslaught formamos parte de las Fuerzas Armadas de NorTec. Hemos conseguido levantar una base en un planeta desconocido. Ahora nuestra base está siendo atacada y todos nuestros esfuerzos corren el riesgo de haber sido inútiles. Debemos defender la base a toda costa.

¿De qué va?

Aunque no hay referencia oficial, todo en Xenoshyft Onslaught nos recuerda a Starship Troopers, la película de ciencia ficción de culto de Paul Verhoeven. Más en concreto al momento del clímax en el que todos los protagonistas alistados en las fuerzas armadas, se ven sitiados en una base militar por miles de criaturas alienígenas de aspecto insectoide (y no tan insectoide).

Durante nuestra partida deberemos resistir las embestidas de tres oleadas de enemigos (divididas a su vez en 3 rondas de juego) cada vez más poderosos. Nosotros también iremos ganando en capacidad «de pegada» a medida que avancen las oleadas, y deberemos poner todo nuestro esfuerzo en evitar que el escudo de nuestra base llegue a cero, o habremos sido derrotados.

Mecánicas y juego

Estamos ante un juego de construcción de mazos puro. Al comienzo de nuestra partida cada jugador recibe unas cuantas cartas básicas que le ayudarán a hacer frente a los primeros enemigos (a duras penas) y a adquirir algunas cartas más para comenzar a crecer. Además, cada jugador recibe al comienzo una carta de División, que le otorga unas capacidades espaciales y diferentes al resto de jugadores.

Esta carta de División (que temáticamente te sitúa al frente de uno de los departamentos de la base) no sólo te otorgará un benefició en la preparación del juego diferente al resto, si no que te permitirá aprovecharte de una ventaja durante la primera oleada, a la que se sumará una nueva en la segunda, y por último, una tercera en la última olead. Sin duda algo que deberemos tener muy bien en cuenta si pretendemos hacer un buen papel en nuestra defensa de NorTec.

Enfrentamientos (literalmente)

En Xenoshyft Onslaught, tras las fases de robo de Xenotita (un mineral que hace las veces de moneda de cambio durante el juego) y de Adquisición de nuevas cartas para nuestro mazo, llega el momento del despliegue de nuestras tropas. Frente a nosotros tendremos dos sectores: uno rojo (sector de La Colmena) para situar las cinco cartas de aliens ocultas y otro azul (sector de NorTec) para el despliegue de nuestras propias tropas que, en orden, deberán enfrentarse a las que vayan volteándose en la sección de enemigos. Una vez acabado el combate, si queda algún alien vivo, el daño que no pueda ser asumido por nuestras tropas irá directo a nuestra base.

Esto hace que sea importante la disposición de nuestras tropas, teniendo muy en cuenta sus habilidades, el equipamiento que podamos asignarles y sus características básicas tanto de defensa como de ataque. Fíjese el lector que no he dicho «vital», si no «importante». Esto se debe a que las habilidades propias de los alienígenas tenderán a trastocar los planes iniciales por los que situamos a nuestros soldados en las posiciones en las que lo hicimos.

Esto tiene un doble efecto: por un lado, hace que los combates sean siempre imprevisibles y entretenidos, pero también nos empuja a darle menos importancia a la estrategia fina en un lance del juego en el que dicha estrategia debería ser crucial.

Caos y reacción

Con todo, no creo que transmitir una sensación de control sea lo que los autores pretendieron. Tampoco lo considero algo necesario para un juego en el que lo que se dirime es una batalla campal contra bichos grandes como edificios. El caos, en cualquier caso, lo acerca más a una sensación real.

Aunque muchas de las cartas las deberemos jugar en la fase de despliegue algunas de ellas funcionarán como reacción a lo que suceda una vez comiencen las hostilidades, es decir, cuando las cartas de enemigo se vayan volteando. Serán aquellas cartas que contengan el icono de «Instantánea», y que en buena medida serán las encargadas de salvarnos de todos los imprevistos que nos tendrán reservados las criaturas.

Dificultad endiablada

Aunque al finalizar cada oleada tengamos acceso a tropas y cartas de objeto más poderosas; aunque nuestras ventajas especiales aumenten y nuestro presupuesto para adquirir nuevos recursos sea cada vez mayor… la base irá sufriendo daños más o menos controlados durante la primera y la segunda oleada, pero la tercera (si es que la alcanzas) es un absoluto infierno.

Siempre he dicho que una dificultad elevada es necesaria en un juego cooperativo, pero siempre, como diseñador, debes dar al jugador espacio para el aprendizaje o incluso -a unas malas- para la suerte. Pero nuestra sensación es que en Xenoshyft Onslaught no hay una forma correcta de hacer las cosas. Y la suerte no parece suficiente como aliada contra la horda alienígena.

Materiales y arte

En cuanto a materiales, el juego es pobre de solemnidad. Lo que deberían ser tableros (el de objetos, oleadas y sectores de La Colmena y NorTec) son meras cartulinas, las fichas – para contabilizar daños y usos de habilidades- son de plástico azul y rojo, de lo más cutre, en vez de cartón impreso como es la norma. Y las cartas, que no están tan mal, tienen un acabado brillante hace que se peguen entre ellas y alguna -en mi copia- ha sufrido desperfectos. Sin duda el peor apartado del juego.

El arte, sin embargo, esta bastante cuidado. Muy buenas ilustraciones para representar en las cartas a los diferentes tipos de soldado, objetos diversos y enemigos bastante variados. Aunque el diseño gráfico no acompañe al mismo nivel, el aspecto visual general es bastante aceptable.

Cooperación

Es cierto que el juego pone intención a la hora de aportar mecánicas cooperativas. Se permite a los jugadores desplegar tropas en el sector de un compañero en apuros, o incluso equipar a sus tropas con cartas propias. Esto, en la práctica sucede muy pocas veces (más habitualmente debido a una mala planificación que al hecho de querer ayudar) ya que las oleadas son tan potentes y numerosas que rara vez podremos reservar cartas para ayudar a un compañero.

Más habitual, sin embargo, es poder utilizar cartas de reacción para salvar in-extremis el sector de un aliado, ayudando así a la conservación de la base común. Con todo, no es el juego con mejores sensaciones cooperativas que he jugado últimamente, y en gran medida transmite más una intensa sensación de ¡sálvese quien pueda!.

Conclusiones

Xenoshyft Onslaught es un decente juego de construcción de mazos que aplica con solvencia esta mecánica al tema que pretende trasladar a mesa. No puede decirse que tenga una gran profundidad, ni que te transmita la sensación de ir progresando en el conocimiento de sus mecánicas de forma que vayas mejorando a la hora de aplicarlas. La estrategia es clara y directa. El éxito depende más del azar y de las buenas decisiones a la hora de comprar cartas que de un cambio de estrategia a la hora de jugar.

Debido a su dificultad y hasta falta de profundidad, no es extraño que tras algunas partidas la frustración haga mella en los jugadores. Rara vez Xenoshyft Onslaught compensará tu tiempo y tus esfuerzos con una victoria o con la sensación de haberte acercado a ella.

PROS
  • El tema y la mecánica van muy de la mano
  • Sus ilustraciones
  • La sensación de progresión es buena (aunque los malos progresen más)
CONTRAS
  • Una producción bastante pobre
  • Frustrante como él sólo.

6,3


Enlaces de interés

Si te gustó el contenido, ¡puedes apoyar a Coop-Land!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Consentimiento de Cookies con Real Cookie Banner